
DUBAI, Emiratos Árabes Unidos — Israel atacó el reactor de agua pesada Arak de Irán, según informó la televisión estatal iraní. Horas antes, el ejército israelí había alertado para que la población evacuara la zona.
El informe de la televisión iraní indicó que no había "ningún peligro de radiación" y que la instalación ya había sido evacuada.
Noticias Florida 24/7 en Telemundo 49.

La advertencia del ejército israelí en X incluía una imagen satelital de la planta dentro de un círculo rojo, al igual que otras advertencias previas a los ataques.
El ejército israelí afirmó que la ronda de ataques aéreos del jueves tuvo como objetivo Teherán y otras zonas de Irán, sin dar más detalles. Posteriormente, indicó que Irán disparó una nueva salva de misiles contra Israel y pidió a la población que se refugiara.
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El séptimo día de ataques aéreos israelíes contra Irán se produjo un día después de que el líder supremo iraní rechazara los llamados de rendición de Estados Unidos y advirtiera que cualquier intervención militar estadounidense les causaría "daños irreparables". Israel también levantó algunas restricciones a la vida diaria, lo que sugiere que la amenaza de misiles iraníes en su territorio estaba disminuyendo.
Los objetivos de Israel y las bajas humanas
La campaña israelí ya ha atacado la planta de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz, los talleres de centrifugadoras en los alrededores de Teherán y una planta nuclear en Isfahán. Sus ataques también han causado la muerte de generales de alto rango y científicos nucleares.
Un grupo iraní de derechos humanos con sede en Washington afirmó que al menos 639 personas, incluidos 263 civiles, han muerto en Irán y más de 1,300 han resultado heridas.
En represalia, Irán ha disparado unos 400 misiles y cientos de drones, matando al menos a 24 personas en Israel y dejando cientos de heridos. Algunos han impactado edificios de apartamentos en el centro de Israel, causando graves daños.
El reactor de agua pesada de Arak se encuentra a 250 kilómetros (155 millas) al suroeste de Teherán.
El agua pesada ayuda a enfriar los reactores nucleares, pero produce plutonio como subproducto que podría utilizarse en armas nucleares. Esto proporcionaría a Irán otra vía para desarrollar la bomba atómica, además del uranio enriquecido, si decidiera desarrollarla.
Irán había acordado, en virtud de su acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, rediseñar las instalaciones para aliviar las preocupaciones sobre la proliferación.
En 2019, Irán puso en marcha el circuito secundario del reactor de agua pesada, lo que en ese momento no violaba el acuerdo nuclear de 2015 de Teherán con las potencias mundiales. En ese momento, Gran Bretaña ayudaba a Irán a rediseñar el reactor de Arak para limitar la cantidad de plutonio que produce, sustituyendo a Estados Unidos, que se había retirado del proyecto tras la decisión del presidente Donald Trump en 2018 de retirar unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, ha instado a Israel a no atacar las instalaciones nucleares iraníes. Según se informa, la última visita de los inspectores del OIEA a Arak fue el 14 de mayo.
Debido a las restricciones impuestas por Irán a los inspectores, el OIEA ha declarado que perdió la "continuidad de conocimiento" sobre la producción de agua pesada de Irán, lo que significa que no pudo verificar con certeza la producción y las reservas de Teherán.
Como parte de las negociaciones en torno al acuerdo de 2015, Irán acordó vender su agua pesada a Occidente para cumplir con los términos del acuerdo. Incluso Estados Unidos compró unas 32 toneladas de agua pesada por más de 8 millones de dólares en un solo acuerdo. Ese fue un problema lo que provocó críticas de los oponentes al acuerdo